sábado, mayo 10, 2008

Cruce al reino de Cambodia (o de la corrupción?)

El 29 de Abril emprendimos nuestro maratónico viaje hacia Angkor, la vieja capital del imperio Khmer, en el oeste de Cambodia. Salimos a la mañana temprano desde Bangkok en micro público hasta Arata Prayet (4.5 hs.), cerca de la frontera con Cambodia. De ahí tomamos una tuk tuk hasta la frontera, hicimos la salida de Tailandia en migraciones y caminamos unos 100 mts. hasta Cambodia. Ahí empezó la "diversión": desde ese momento se nos acercaron unas cuantas personas, entre gente de civil ofreciendonos "ayuda gratis con los papeles de la visa", hasta policias que nos chequearon el pasaporte y lo intentaron llevar hasta una oficina para "facilitarnos" los trámites (cobrándonos 30 USD en vez de 20 que es lo que sale la visa). Sabíamos que la cosa era así, así que le dijimos que no a todos y seguimos buscando la oficina de migraciones "legal", medio sorprendidos con lo cara dura de los policias (muchos sentados bajo sombrillas charlando, como en el patio de su casa). Caminamos unos 100 mts. más y llegamos a la zona de "Arrivos", donde nos pidieron la visa y nos dijeron que teníamos que pedirlas a los policias que nos habian pedido 30 USD! No sabíamos bien que hacer (la sensación era que toda la policia era totalmente corrupta y estaba arreglada para cobrar 10 dolares más de coima), hasta que un grupo de turistas nos comentó que en realidad deberíamos poder obtenerla por 20 en esa oficina.

Volvimos hacia atrás y preguntamos de nuevo entre los cuatro (estábamos con 2 estadounidenses que habíamos conocido en el viaje), pero no había caso, aunque le insistimos a varios policias apuntándoles el cartel que estaba en esa misma oficina y decía 20 USD por la visa, ellos mantenían que el cartel "estaba desactualizado" y era para la visa que tardaba 3 días... Discutimos unos largos minutos hasta que salió de la oficina un nuevo oficial corrupto y con cara de malo nos dijo que estaba bien, que presentáramos los pasaportes en la ventanilla.
Pensamos que nos iban a tener ahí unas cuantas horas o algo iba a pasar pero no, se ve que ante la resistencia nuestra decidieron deshacerse de nosotros lo más rápido posible para poder cagar al próximo turista. Al ratito, y con muy mala gana, uno de los corruptos nos estaba entregando los pasaportes con la visa (ah, tienen el sello "comido" en la parte que dice cuanto sale, así no se ve que sale 20 USD!!!). Después de eso fuimos a tomar el micro turístico que nos llevaría a la terminal de micros.


Ya en la estación, como se hizo medio tarde decidimos con los estadounidenses tomarnos un taxi hasta Siam Reap, a 140 km. de ahí y desde donde recorreriamos Angkor los días siguientes. Nos sorprendió que en la terminal todo parecía muy serio, pagamos el taxi (bastante nuevito, y con aire) no sin antes asegurarnos de que nos iba a llevar a la Guesta House que quisieramos nosotros (es sabido que otra de las manganetas es que te tratan de llevar al hotel que ellos quieren, para sacar comisión), y emprendimos el viaje por el camino totalmente destruido (muchas partes de tierra con posos enormes, partes inundadas, partes en reparación con desvios, un desastre!). Se dice que una aerolinea que vuela a Siam Reap está pagando coima al gobierno para que no la arregle y de esa forma asegurarse una buena venta de pasajes desde Tailandia.
Volviendo al taxi, por lo malo del camino el viaje toma 3.5 hs.

Llegamos a la entrada al pueblo y ahí empezó el siguiente intento de estafa por parte de los amigos camboyenses: el taxista paró en un descampado donde había unas tuk tuks y uno de los choferes nos vino a decir que teníamos que bajarnos y seguir con él. Ante nuestra pregunta de porque, intentó varias excusas ("el viaje lo paga el taxista y es gratuito", "los taxis no pueden entrar a la ciudad, sólo las tuk tuk", etc.). A todo esto nuestro taxista pareció olvidarse que hablaba ingles y sólo hablaba Khmer con el de la tuk tuk. Después de mucho insistir con que nos llevara de una vez al hotel, decidió arrancar diciéndonos que si le hacían una multa la teníamos que pagar. Lo curioso es que agarró por la vanquina en vez de por la ruta, además de hablar por celular al mismo tiempo (también lo hizo varias veces durante el viaje, quizás para avisar a sus secuaces de las tuk tuks que estábamos llegando...). De repente dobló e intentó meterse por una callecita totalmente oscura y con apenas lugar para el auto. Vimos venir alguna otra manganeta así que le ordenamos que no fuera por ahí y a las pocas cuadras, ya hartos, decidimos bajarnos y seguir caminando.
A los pocos minutos llegamos al hostel y por fin terminamos la travesía.

A partir de ahí, los camboyenses ventajistas quedaron atrás y nuestra estadía en Cambodia pasó a ser realmente un placer.

No hay comentarios.: