lunes, abril 14, 2008

Pokhara y las alturas

Despúes de Kathmandú se vino el viaje a Pokhara para hacer un trekking por la zona de Anapurna y poder disfrutar de algunos de los paisajes montañosos más lindos del planeta.

El viaje a Pokhara fue bastante largo pero sin problema, disfrutando los paisajes y sufriendo embotellamientos eternos por causas insólitas (una buena fue volviendo del rafting donde vimos como medio pueblo tiraba de una soga para mover un tronco enorme, todo esto por el medio de la ruta ocasionando un caos de tránsito increible!).
Pokhara es un pueblo super turístico, base de muchos trekkings en la zona de Anapurna y de varios deportes de riesgo. El pueblo está rodeado de montaña (en menos de 30 km. la altura va de 1500 mts. a más de 7000mts. sobre el nivel del mar). Como en KTM, no falta la variedad gastronómica, conexiones a internet y demás facilidades, así que pasamos el resto del primer día comiendo y poniéndonos a punto para el trekking.

El 2 de Abril tomamos un taxi rumbo al pueblito que daría inicio a nuestro trek. El viaje fue una aventura porque al tipo no le entraban los cambios, el auto le consumía agua (se caía a pedazos), así que cada 20 minutos empezaba a salir humo y parábamos a ponerle agua, etc. Llegamos al punto de inicio cerca del medio día (es cerca, pero todo camino de montaña al estilo Nepal, así que cualquier viaje tarda más de 2 horas casi siempre), así que después de caminar unos minutos paramos para almorzar. El trekking guiado que contratamos era una especie de all-inclusive, con guia, porteador, comidas a elección y alojamiento incluidos. Sólo no estaban incluidas las bebidas, aunque si el agua. Resultó un arreglo excelente, aunque comimos demasiado!


El primer día de caminata fue bastante duro. Mucha subida y paisajes lindos pero nada del otro mundo. Ya nos estábamos preguntando si había sido una buena desición embarcarnos en un trek de 4 días (en realidad es de 5 pero lo arreglamos para que se haga en 4, por falta de tiempo). Para colmo, a la tarde empezaron los truenos, luego lluvia y piedras. Por suerte justo llegamos a una casa de te (que apenas podía aguantar las piedras...), así que nos quedamos ahí hasta que paró un poco. Cerca del atardecer llegamos a una Guest House en Ulleri, atendida por un "enano maldito" muy simpático y que cocinaba de maravilla (nos preparó el mejor "Chocolate Pudding" del trek). Para cuando desembarcamos, se largó a llover de nuevo, así que nos bañamos y disfrutamos de la lluvia bajo techo charlando con una pareja sudafricana que se quedaba en el mismo lugar.


A la mañana siguiente, después del desayuno y con un poco de dolor en las piernas, comenzamos nuestro segundo día de trek. Al rato de comenzar a la caminata las vistas mejoraron un montón, con mucho menos casas y todo más agreste. El camino fue bastante subida con escalones, así que las piernas empezaron a doler. A la tarde, y antes de llegar a Garepani, el paisaje se transformo en bosque, con flores rosas y blancas por todos lados (la flor nacional de Nepal). Al llegar a Garepani (una villa hermosa, al tope de una colina y con vista a parte del cordón montañoso de Anapurna) nuestro guia se portó y nos hospedó en el hotel que está más alto, en una habitación con ventanas hacia las montañas y el pueblo. Como ese día llegamos tempranito, descansamos un poco, fuimos a conocer un poco el pueblo, incluyendo el museo y la cancha de basket con mejor vista que hayamos visto!


Después de dar unas vueltas por el pueblo decidimos volver porque se estaba poniendo feo, y fue una excelente decisión: diez minutos después de llegar al hostel se largo a nevar! La nevada duró unos cuantos minutos, lo suficiente para dejar toda la villa y las montañas cubiertas de nieve, y hielo en los techo.

Volviendo al tema del museo, se mostraban en él muchas de las herramientas usadas por la gente del pueblo en tiempos anteriores para sembrar, hacer vino, comidas, almacenar alimentos y transportarlos, etc. Muchas de las cosas aún están en uso. En general, cada pueblo de la zona corresponde a una etnia en particular, con grupos de gente que en el pasado se dedicaban a ciertas tareas, de acuerdo al pueblo (al estio de las castas Indias). Hoy en día está todo mezclado y muchos de los dueños de Guest Houses de la zona en realidad viven en Pokhara y durante la temporada van a la montaña a trabajan en sus Guest Houses. Todo esto nos lo contó el guía, que no era una maravilla hablando ingles, así que por ahí nada que ver!

Después de la nevada se empezó a despejar, así que salimos a disfrutar de una vista increible. Nos encontramos con los Sudafricanos de nuevo y estuvimos un rato charlando. Después de eso a cenar a la luz de las velas y bien cerca del calor de la caldera central (con el tipo del hostel bastante pesado-ruidoso, que nos daba vueltas todo el tiempo y cada tanto nos preguntaba algo colgado, siempre haciendo unos ruidos bárbaro, muy raro...), y nos fuimos a dormir, porque el tercer día era pesadito.


Arrancamos a las 5 de la mañana, de noche y sin linterna (aunque entre la luz del guía y los cientos de turistas que iluminaban los escalones, zafamos bien), subiendo Poon Hill con mucho cuidado, porque el camino estaba hecho un desastre como consecuencia de la nevada.
Poon Hill es una montañita que está pegada al pueblo y desde la que se pueden tener unas vistas indescriptibles de la zona de Anapurna y sus picos de más de 8000 mts., vean las fotos sino (es llamativo como los tipos consideran a las montañas de más de 7000 mts como una montaña más...).


Al bajar tomamos el desayuno, armamos las cosas y a eso de 8:30 am salimos rumbo a Gantruk, a unas 7 hs. de distancia caminando. El paisaje hermoso, con bosques y los típicos árboles de flores rojas, blancas y rosas por todos lados, todo mucho más lindo por los restos de nieve del día anterior. Después de un par de horas de subidas y bajadas (incluyendo una subida a una montañita de la que no pudimos ver nada porque se había nublado por completo), llegamos destruidos a Tarapani, para el almuerzo, a eso de la 1:30. Comimos rápido y volvimos a salir, ahora totalmente arruinados. En seguida se largó a llover, pero por suerte nada grave. Después de bajar una horita más, finalmente llegamos al lecho de un rio y el camino se hizo mucho más tranquilo. A eso de las 5 de la tarde estábamos en Gantruk, el más lindo de los pueblos que vimos en el trekking y con muy buena vista.


El cuarto día arrancamos tempranito con la intención de recorrer un poco el pueblo, pero subir nos costaba un montón (el pueblo está en la ladera de una montaña, así que las escaleras son inevitables) así que decidimos desayunar, pasar por el monasterio y seguir viaje. La caminata costó por el cansancio, pero las buenas vistas y el camino simple en bajada hicieron todo mucho más fácil. Al medio día llegamos al pueblo donde 4 días atrás habíamos empezado el trekking, Almorzamos y emprendimos el regreso en un taxi casi tan lamentable como el primero, con el chofer que se ponía a mirar por el espejo y el coche se le iba para el costado, al precipicio... A la tarde llegamos a Pokhara nuevamente, sanos y salvos y felices por el trekking elegido.

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