miércoles, marzo 19, 2008

Nueva Delhi, India

Empezamos nuestro camino al subcontinente Indio con una propuesta de British Airways de viajar al día siguiente por una supuesta sobreventa de pasajes. Por lo flexible de nuestro viaje, la propuesta de quedarnos en un lindo hotel una noche más en Londres con todo pago no era para nada mala, pero al final parece que se solucionó el tema y pudimos subirnos al avión.
Después de un vuelo de 8 horas llegamos a Nueva Delhi. El cambio de continente lo sentimos inmediatamente en la suciedad del aeropuerto, la desorganización de las colas y lo "espeso" del aire.
Terminamos el trámite en migraciones después de 1 hora de cola, atendidos por un agente que sólo hablaba Hindi y que, luego de preguntarnos varias cosas sin que pudiésemos contestar ninguna, nos selló la entrada y dejó pasar.
Recogimos nuestras mochilas que milagrosamente estaban ahí y salimos a la realidad. Eran las 5:30 de la mañana en y todavía era noche cerrada. Por suerte encontramos al taxista que mandó el hotel a recogernos y salimos juntos a la calle. Las primeras sensaciones fueron parecidas a las de El Cairo, con el agregado de una espesa bruma, mucha más gente por todos lados e infinidad de risas y miradas hacia nosotros.
Tras 45 minutos en taxi llegamos al hotel, en el medio del bazar principal, con muchísimas callecitas angostas, vacas y perros por todos lados, y muy sucio, aunque de noche no lo pudimos "apreciar" en todo su esplendor.
Después de una corta siesta matinal para recuperarnos un poco del cambio horario (6 horas de diferencia con Londres), salimos a caminar por la ciudad al medio dia. Lo primero que sentimos fue el cambio de temperatura y el olor a mezcla de pis, mierda y basura que hay por casi todas las calles que recorrimos en Delhi.
Recorrimos primero la zona del Bazar y Conaugh Place (una especie de zona más paqueta, siempre al "estilo Delhi"), y con esto tuvimos un compacto de India en minutos: caos de gente, infinidad de moto-Rikshaws (ciclomotores con 2 ruedas traseras y asiento para llevar gente en la parte de atrás), cycle-Rickshaws (como las moto-Rickshaws, pero en este caso el escualido conductor pedalea para llevarte...), motos, buses y autos, sumado a vacas caminando y comiendo basura, perros durmiendo, infinidad de moscas, gente orinando por cualquier pared y un terrible acoso al turista para ofrecerte todo tipo de cosas.
También se mezcla con todo esto la oferta de servicios y venta callejera: desde el barbero y peluquero en la vereda, pasando por los clasicos lustra zapatos, puestos de frutas y comidas, hasta los llamativos servicios de pesaje, donde un simpático Hindú te ofrece su balanza para pesarte.
Para terminar este breve resumen de lo que vimos en minutos hay que agregar a la enorme cantidad de gente pobre que se ve tirada/deambulando por la calle y muchísimas personas con malformaciones u amputaciones, probablemente por accidentes dadas las malas condiciones de transito y la falta de prevención contra accidentes en general. Hay que nombrar también que, a diferencia de Egipto, el semasforo aquí es respetado, con lo que el tránsito es mínimamente más ordenado.
Luego de este resumen podrán imaginarse que el cambio de Londres a Delhi fue importante. Aún así, seguimos con nuestro viaje. Terminamos el primer día pasando por la Indian Gate (puerta en forma de arco que conmemora a los Hindues caidos en las guerras), el parlamento, edificios de la época Británica y parques aledanios.


El segundo día no pudimos hacer demasiado ya que por ser lunes las cosas que queríamos visitar estaban cerradas.
El tercer día por fin pudimos ir al Red Fort (primer fuerte que vemos de la epoca de los Mughal, el imperio musulman que dominó India antes que los Británicos), viviendo también nuestro primer viaje (previo al infaltable regateo) en moto-Rickshaw. El fuerte es muy grande, aunque gran parte está ocupada por los militares. Está muy bien cuidado y limpio, así que fue como un recreo después de ver tanta porquería... Con esta primera visita a un lugar turístico en India, empezamos a vivir las miradas constantes y sin discreción de los Hindues, mayormente de los hombres, hasta llegar al punto en que varios grupos pidieron sacarse fotos con nosotros!!! Con el tiempo nos dimos cuenta que no son locales, sino más bien Hindues que también están de turismo y no están para nada acostumbrados a ver blancos en vivo y en directo.

Después de eso caminamos hasta la Jama Masjid, la mesquita más grande de India, con capacidad para 20000 personas. Esta fue la primer mesquita a la que entramos en nuestra vida! La verdad que no nos sorprendió demasiado (suponemos que tendremos que visitar paises árabes para ver mesquitas más vistosas).
Para seguir adaptándonos al medio, tomamos otra Rickshaw para ir a Qutab Minar, la torre de piedra más alta de India. También de época Mughal, la torre está rodeada de ruinas, una mesquita y los restos de una segunda torre sin terminar, pero que hubiera sido muchísimo más grande.
Ahí contratamos otra Rickshaw (ya somos expertos en esto del regateo!) que nos llevó de vuelta a Conaugh Place, pero pasando primero por el Lotus Temple (templo Hindú con forma de flor) y la tumba de Humayun (sólo la vimos de afuera).
Durante estos primeros días tratamos de mantenernos alejados de las comidas y bebidas raras. Ya era suficiente con el cambio de habitat.
El cuarto día, por la mañana entramos por primera vez a un templo Hindú, cercano a nuestro hotel. Hermoso, muy trabajado, limpio y delicadamente decorado. Lamentablemente no se pueden sacar fotos adentro.
Cerca del medio día, salimos en Rickshaw para la estación de Viejo Delhi a tomar el tren hacia Jaipur, el segundo punto del triangulo dorado (se completa con Agra).

Calculamos mal los tiempos porque la Rickshaw agarró por el medio de Viejo Delhi, donde las calles son muy angostas y está todo el mundo caminando por ellas, llevando carros tracción a sangre, bicicletas, vacas e infinidad de lo que nombramos anteriormente. Pensábamos que perdíamos el tren, hasta que nuestro chofer por fin nos entendió y empezó a acelerar las cosas. Por suerte llegamos 2 minutos antes que se fuera y pudimos librarnos de Delhi!

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