Tokyo, el comienzo

De Kyoto nos tomamos uno de los trenes ultra rapidos a Tokyo, aunque no el mas rapido porque no estaba incluido en el pase. Hicimos poco menos de 400 km en algo menos de 3 hs. El tren como todos los de aca esta impecable, llega a la hora exacta y se va a la hora exacta, para en el lugar marcado como para que subas y no hacen ningun movimiento bruzco ni ruidos al andar. Tiene banio, maquinas expendedoras (infaltables en todas las calles y lugares publicos) y una azafata que pasa vendiendo comidas y bebidas.

Durante el viaje en tren nos sorprendio que toda la parte plana de la isla esta totalmente construida. Durante los 400 km vimos casas y cemento por todos lados, con alguna que otra plantacion de tamanio minusculo, hasta ridiculo, totalmente encerrada entre edificios o casas. Atras de eso las montanias, recubiertas de verde.

En Tokyo paramos primero en un Ryokan recomendado por un amigo australiano. Un Ryokan es un hotel tipicio japones, donde dormis en el piso en una habitacion chica, te sirven comida y desayunos tipicos, te arman la cama en el piso mientras te banas, no podes usar las zapatillas adentro de la pieza o en el banio, etc. El lugar quedaba un poco alejado del centro, cerca de la zona de Ueno (zona llena de museos), y resulto ser un Ryokan orientado al turista mas que uno 100% tipico. Igual le experiencia estuvo buena, con una pieza muy chica con minimas cosas y el tipico futon para dormir en el piso.
Llegamos al Ryokan todavia de dia, luego de cambiar tren y tomar un subte (ya somos unos expertos en usar el sistema de trenes y subtes, donde primero pagas una tarifa en una maquina y si te equivocaste podes pagar el resto a la salida de la estacion destino), asi que salimos derecho a recorrer Akihabara, la zona de electronica y manga de Tokyo: un lugar con miles de negocitos y unos cartelotes psicodelicos y llenos de neon (constante en todo Tokyo) en las avenidas principales. Aca vimos las primeras minitas vestidas de dibujitos de comic o como Sara Kay. Todo muy raro...