sábado, enero 13, 2007

El vuelo

El vuelo a tierras Chilenas salió puntual, a las 7:45 de la tarde de Buenos Aires, y transcurrió muy rápido, entre comida y lucha por no dormirnos. A las 22 horas, aproximadamente, llegamos a Santiago. Como ambos habíamos estado ahí un montón de veces (por trabajo y vacaciones), tratamos de hacer tiempo yendo al baño, y recorriendo un par de negocios, pero después nos fuimos directo a la sala de embarque.

En la sala de espera todo cambió: se empezaba a notar el aire "australiano" por todos lados, con la mayoría de la gente hablando en ingles, y montones de orientales que ni siquiera podían comunicarse (algo que en Sydney sería un clásico...).

Después de esperar unos cuantos minutos en la sala abarrotada de gente, empezamos a embarcar. Por suerte el avión resultó ser muy lindo, con la última tecnología, asientos cómodos y un servicio excelente, lo que hizo que las más de 13 horas de vuelo a Auckland (capital de Nueva Zelanda) se pasaran muy rápido (en parte porque pudimos durmir mucho tiempo, obviamente).

Llegamos a Nueva Zelanda a eso de las 4 de la mañana (aca se pueden notar los cambios de horario!), desembarcamos por 45 minutos (podemos decir que estuvimos en Nueva Zelanda!), y volvimos a subir al mismo avión, para volar otras 3 horas hacia Sydney (segundo desayuno).

Llegamos a Sydney a las 7:20 de la mañana, bastante cansados. Rápidamente pasamos migraciones, entre perros que buscaban drogas y otras yerbas, nos sellaron la visa, y nos fuimos a buscar el equipaje. Las cajas se hicieron esperar, pero llegaron. Por suerte, en bastante buen estado (un poco abolladas)!

Cargamos todo en 4 carros, y nos las arreglamos para llevarlas a la revisión final. Ahí sufrimos un poco porque teníamos algunas galletitas, pero finalmente no hubo problema. Sólo nos preguntaron por las galletitas Havana, pero al ser de limón no hubo drama (no dejan pasar dulce de leche, pero por lo demás no hay problemas). Intercambiamos las primeras frases serias en inglés, y luego de cargar y descargar todo, una de las mujeres de la revisión nos ayudó a llevar un carrito a la salida.

Al salir nos encontramos con los chicos (Matias y Caro), que estaban esperándonos! Fue una gran sorpresa, porque no esperábamos que llegaran tan temprano, aunque ahí caimos en que eran las 8:30 (habíamos pasado más de 1 hora haciendo todas las cosas). Matías llamó al taxi, lo esperamos unos minutos, y nos fuimos para nuestro primer hospedaje en Sydney: Maroubra Beach.

Ariel.

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