jueves, enero 11, 2007

El 11

Llegó finalmente el 11, con la coincidencia de cumplir 8 años y 11 meses juntos el día que viajamos rumbo a cumplir nuestros sueños!

Nos levantamos cerca del medio día, y después de almorzar con la familia vino la entrega de las llaves del departamento a Fer y Ceci, y finalmente la carga de cajas en la camioneta de Edi (nuestro tramportista exclusivo!). De ahí, rumbo a Ezeiza, en caravana, a eso de las 15 hs., cumpliendo con nuestra idea de llegar con tiempo.

Viajamos en el auto de mis viejos, con las nenas (todavía no me pude recuperar de lo que hablaron durante el viaje). Al llegar a Ezeiza descargamos las cajas en 4 carritos, despedimos a Edi (gracias de nuevo!) y fuimos derecho a cargar las cajas para tener una idea del peso. En los mostradores, una de las empleadas de LAN nos comentó que teníamos margen hasta 25 kg. para cada bulto ( y no 23, como pensábamos), así que de ahí nos fuimos a un lugar libre a reorganizar los bultos para que nos entre todo lo que habíamos llevado en un noveno bolso, "por si entraba algo más".

La reorganización estuvo complicada, porque eramos demasiados, pero todos nos dieron una mano y logramos terminar con tiempo. A cada caja cerrada, los chicos (Fer y el gordo) iban a pesarla, y nos traían el veredicto. Así terminamos con la reorganización, y entre charlas esporádicas con la familia y amigos, nos fuimos a embalar las cajas, y luego al pesaje "oficial".

Lo del pesaje fue muy tenso: las 6 cajas pesaron 25 kg. (aunque alguna un poquito más), la valija 25 y la mochila 23, así que estábamos al borde. Por suerte, la chica que nos atendió era una novata, y nos quería sacar de encima (eramos un montón de gente delante del mostrador, y con muchos bultos), así que pasó todo sin mayores problemas, después de que chequearon que podíamos llevar equipaje adicional por ser una migración.

Por fin, terminamos con todo y nos libramos de las cajas (por un tiempo)! Ahí vino la despedida, muy rápida, ya que decidimos subir rápido para embarcar, y así reducir la agonía. Hubo lágrimas, abrazos, besos y fotos... y subimos.

Arriba (en el sector anterior a pasar por migraciones) nos sentamos y fue el primer momento en el que reflexionamos sobre lo que estábamos por hacer (hasta ahí siempre habíamos estado haciendo de todo, con poco tiempo de reflexión). Luego de charlar un poco, volví a bajar a declarar la cámara (con la incógnita de si todavía quedaría alguien abajo), y luego pasamos por migraciones.

La previa a embarcar pasó muy rápido, primero comiendo algunas golosinas y nueces (si, nueces), y después entre que Mari recorría el free shop y yo buscaba algo para tomar, se nos pasó el tiempo y tuvimos que ir corriendo a la puerta de embarque.



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